Discurría la década de los 50’s en la pletórica ciudad blanca, cuando el señor Augusto Calienes y la señora Olga Rivera, acogieron en brazos a FERNANDO JOSÉ MARÍA CALIENES RIVERA, donde percibió los primeros vestigios de luz.

Siendo sus pasos académicos normados y guiados por la prístina doctrina de San Juan Bautista de la Salle y San Agustín de Hipona, claustros universitarios donde brindó y aportó tenazmente su amplio bagaje profesional, completó su ciclo laboral como DIRECTOR GERENTE DEL PARQUE CIENTÍFICO TECNOLOGICO DE AREQUIPA, administrado por tan ilustre casa superior de estudios, la quinta universidad más antigua del país y la segunda fundada en la época republicana.

Quién no recibió gratamente de parte de Fernando el título de un libro a consultar, o, acogió diversos libros digitales a elegir, o mejor aún, los que tuvimos la suerte de recibir un libro impreso, con las ansias de inculcar y motivar la constante lectura, por ese su tórrido romance con el estudio.

Es así, querido lector, que su continuo esfuerzo de construir un legado y pavimentar el camino a seguir, con la férrea argamasa del EJEMPLO, se transformó en luz… ese camino que irradia cual lacónico faro, EL CAMINAR SEGURO, HACIA LA LUZ, Fernando fue un Maestro, QUE, NO SOLO FORMÓ APRENDICES PARA SER MAESTROS, SINO QUE TAMBIÉN FORMÓ MAESTROS PARA SER… VERDADEROS FAROS TAMBIÉN.

El 24 de junio del 2021, nuestro hermano Fernando partió, su alma retornó al creador, su cuerpo físico volvió a la tierra, pero el espíritu de su EJEMPLO vivirá siempre entre quienes lo conocimos; dos días después de ello en el meridiano, el cuerpo físico de Fernando, fue cremado.

Finalmente, el corazón se reconforta al sentir la convicción de tener a Fernando siempre presente en nuestros corazones y en nuestros trabajos, rememorando a nuestro hermano Fernando José María Calienes Rivera, en perfecta unión y armonía.

“Lo que hacemos por nosotros mismos, muere con nosotros…

Lo que hacemos por los demás y por el mundo, PERMANECE Y ES INMORTAL…”